martes, 3 de diciembre de 2013
Crónica de un reto (UT Collserola) Part I
El pasado día 23 de
Noviembre vio la luz la primera edición de una prueba muy especial para muchas
de las personas que vivimos junto al parque de Collserola. Se trataba de la Ultratrail Collserola,
prueba en modo de autosuficiencia que
contaba con 74 kms de distancia, 2700 mts de desnivel positivo (y otros tantos
de negativo) y un recorrido especialmente elegido por la organización que discurría
por los senderos más bellos y exigentes del parque. Esta prueba que es la
primera de este nivel que se realiza en el parque de Collserola junto al que yo
vivo, atravesaba todos los términos
municipales de los municipios a los que pertenece el mismo...Barcelona, Esplugues
de Llobregat, Sant Just Desvern, Sant
Feliu de Llobregat, Molins de Rei, El Papiol, Sant Cugat del Valles, Montcada i
Reixac y mi querida Cerdanyola del Valles, localidad en la que resido desde hace ya casi 13 años.
Todas estas
circunstancias garantizaban un día entero de máximo sacrificio y disfrute para
todos los aventurados que íbamos a
participar como finalmente así fue. Y en mi caso personal además incluso más,
debido a que por mi lesión, todavía no curada, no había entrenado apenas y solo
contaba con un par de salidas de 8 kms... lo que viene siendo nada de nada para una prueba de este tipo. Aun así la ilusión
estaba por encima de todo y no podía perderme la prueba de casa. Y menos la
primera edición.
Junto a la prueba
principal, y para completar la fiesta, la organización había previsto dos
carreras más, una de 43 km (Mitjavolta)
y otra de 21 kms (La popular) con 1.650 y 1.000 mts de desnivel positivo
respectivamente para que Runners de todo tipo de distancias pudieran participar de la fiesta de esta
primera edición.
Como no podía ser de
otra manera, mi querido amigo Rober, también participaba en la prueba al
cumplir la misma todo lo necesario para contar con su presencia. Muchos
kilómetros y montañas a las que subir y bajar por senderos de todo tipo lo mas rápidamente
posible, y además por los montes donde
lleva corriendo mas de 30 años. Obviamente si alguien tenía que ser de la
partida ese día, era él.
Comentar que algunas de
las condiciones cambiaban bastante con respecto a la carrera habitual de este
tipo que solemos hacer cada año, la MIM Penyagolosa....(PenyaGolosaTrails.com)
fundamentalmente porque en este caso y debido a ser una ultratrail se hacía como
he comentado antes en modo autosuficiente, y nos obligaban a llevar un equipo mínimo
compuesto por una mochila con todo tipo de objetos de supervivencia
(chubasquero, manta, pito, teléfono, un mínimo de 1 lt de agua , 500 calorías mínimas
de comida y otras cosas) y ese peso extra, unido al gran frio reinante y por
tanto a que teníamos que ir muy bien abrigados con varias mangas, bragas,
gorros etc. (salimos a 3 grados) hizo que la dureza se extremara aun mas y
fuera todo lo contrario a lo que estamos acostumbrados en Mayo cuando hacemos nuestra
también querida MIM.
LA CARRERA.
El día empezó
temprano, y me tuve que poner en pie a
las 5,15 h de la mañana habiendo dormido unas 5,30 horas (poco para la gran
empresa a realizar) ya que la salida de la prueba era a las 7 de la mañana y había
que desplazarse hasta Barcelona que era donde empezaba y acababa la prueba. Al
tenerlo más o menos todo preparado del día
anterior, quede con Robert y su mujer Ester que es quien nos llevo en su coche
hasta la salida dándose el madrugón. Nos vino muy bien que nos llevara porque así
nos olvidábamos de aparcar, del coche y de todo lo que no fuera la prueba. Como
siempre la familia ayudando.
Al llegar nos cambiamos
en unos vestuarios de la zona deportiva y dejamos la mochila en consigna, y
pese a ser la primera edición me pareció que de momento estaba todo bastante
organizado en referencia a estos temas y a que no tuvimos problema alguno de
espacio, de agobios etc., si bien echamos a faltar un poco mas de ambiente (éramos
solo 500 por exigencias del parque de cara a no estropearlo mucho) y se veía
poca gente con respecto a nuestra referencia que era la salida de la MIM. En
las otras pruebas cortas había más participantes y supongo que la salida tuvo
algo más de salsa.
También falto para mi
gusto un reloj digital grande en la salida y que el speaker diera algo más de
caña. En definitiva, detalles de juventud que supongo se arreglaran en
sucesivas ocasiones y que son relativamente importantes ya que lo bueno nos esperaba
fuera de allí.
Mi compañero de fatigas
y yo nos fuimos a calentar a la pista deportiva y al poco tiempo se dio la
salida donde los frontales encendidos aparecían por doquier e iluminaban el
camino como si un grupo de luciérnagas nos acompañara. Rober que tiene un nivel
muy superior al mío, me había comentado que las primeras rampas iría conmigo
para poder disfrutar algo de la carrera juntos, así que empezamos las primeras
y exigentes rampas de asfalto que nos sacaban de la parte alta de Bcn en las que
ya me puse a 175 ppm andando mientras comprobaba el tracking y todo los datos
configurados en el reloj. Esas pulsaciones creo que dan idea del desnivel que
nos empezaban a meter desde el km 0. El grupo ya estaba estirado y coronamos la
urbanización entrando en senderos medios
y estrechos de tierra entre pinos, siempre con subidas ganando nivel desde el
principio. En esta zona no podía ni quería hipotecar mas a mi amigo e iba
diciéndole todo el tiempo que se fuera ya y no perdiera mas tiempo conmigo pese
al disfrute de su compañía. Al coronar la primera subida en el km 2,5 aprox,
nos dimos un abrazo, nos dijimos te quiero deseándonos suerte y se despidió de
mi cambiando de ritmo con asombrosa facilidad y desapareciendo como un elfo de
los bosques...(Rápido pero en silencio).... Pese a la envidia sana de ver su
fluido ritmo y de no poder ir con el más tiempo, tenía felicidad por él y el deseo de que le fuera
todo bien y de que dejara el pabellón de nuestro miniequipo bien alto porque
para mí sus éxitos son los míos como el bien sabe.
Seguí en grupo de a 1
por senderos y peldaños estrechos e incomodos y me concentre en el camino
evadiéndome de todo lo demás. Bueno, de todo salvo de las vistas espectaculares
de Barcelona que eran francamente bellas mientras se intuía el amanecer. Ya
estaba disfrutando a pleno rendimiento de la montaña y de estar compitiendo
contra mí mismo en ella, y eso era lo que quería, así que estaba feliz.
Últimamente este es mi deporte favorito y después de 4 meses en el dique seco allí
estaba yo pasándomelo bomba... Bajadas, subidas, bajadas subidas y así hasta el
km 10 donde estaba el primer avituallamiento. Al tener que llevar el teléfono
por obligación y además conectado, mi cuñado Juanjo había informado ya del
tiempo de paso de Rober, así que sabia que estaba bien y devorando kilómetros,
y yo había comentado ya en un hueco que pude vía wassap, que la carrera hasta
ese momento era un jodido rompepiernas de manera literal porque así era por lo
menos para mi.
Al llegar al primer
puesto (aprox. 10 km en 1,45 h) cogí la pequeña dosis de moral del miniobjetivo conseguido, bebí algo de
isotónica y agua, y también piqué ya
algo de comida y lo que considere, estuve allí un minuto a dos y a correr... Empezaba una bajada y por
primera vez podía ir algo a ritmo. El pie me dolía como siempre y en el grado
de siempre así que no corría peligro de
momento ya que a día de hoy ya me he acostumbrado a eso. Seguí dándole caña
tratando de coger un buen ritmo y mas o menos lo hice a lo que tenia previsto. Así
que me plante en el km 20 en el siguiente control en aprox 3,48 h desde la
salida. Era más tiempo de lo previsto pero tampoco mucho más y además el
segundo tramo de la bajada era peligroso, con peldaños que resbalaban y se
desmoronaban y no permitía licencias, así
que asegure y baje tranquilo. Mi nuevo reloj iba de maravilla marcándome
tiempos, pulsaciones y todos datos importantes incluso el track y senderos por
donde ir si te perdías... De hecho me perdí alguna vez y tuve que recurrir a él
para poder volver a la senda correcta, ya que la marcación de la organización era
un poco escasa y llamaba a errores a veces con cambios de senderos no marcados
bien etc. Un lujo llevar el tracking en el reloj, que evitó que me chupara kms
de más pese a que en las dos veces que me despiste de mirarlo bien al principio,
me perdí y los hice... con aprox 1 km de
mas entre pitos y flautas... de locos teniendo en cuenta lo que todavía quedaba por delante y que esto
no es un entreno corto como para meterle al cuerpo distancia extra. Necesitaba
ahorrar hasta el más mínimo gramo de energía y no me podía permitir más errores
de este tipo.
Miré el perfil invertido
del dorsal y vi que venia una nueva subida a partir de este control. Cogí de
todo y pensé que entraba en un tramo crucial y que el paseo se había acabado
ya. Así fue. Empezaban de nuevo las hostilidades.
Del 20 al 30 estuve
mezclando el sufrimiento en subidas por senderos estrechos con algunas bajadas
y cambios de pista que fueron muy muy exigentes sobre todo para alguien de mi fisonomía
y poco entrenamiento acumulado. Aun así me defendí bien, pero llegando al
control del 30 (creo que aprox a las 4,45 h desde la salida) y pese al
antinflamatorio que me había tomado note
que mi pie estaba empezando a dolerme mas y mas. Pase el control donde volví a
llenar la mochila de agua y a coger de todo (iba a mas de 1 lts de consumo de agua cada 10 kms
pese a estar a 5 grados de temperatura y no dar el sol apenas) A todo esto, la
alimentación la llevaba como un reloj suizo. Cada cierto tiempo 15 a 30
minutos, comía sin falta, geles, barritas, etc y todo dentro del orden que me había
establecido. Lo debí hacer bien junto con la hidratación, ya que salvo momentos
puntuales no note bajones graves de punch. Aprox en el km 28 me estaban
esperando mis cuñados Patri y Juanjo para animarme. Me animo mucho el verles y
Juanjo incluso me acompaño corriendo vestido de calle unos 300 metros. Seguí y desaparecí
por un sendero mas que salía de la zona urbanizada que atravesaba en esos
momentos.
A partir del 30 tuve
muchas mas molestias que se agravaron y tuve que decidir que de momento no iba
a correr mas o peligraba mi pie si la
fascitis/tendinitis aumentaba hasta la lesión
y por tanto quizás la retirada. Llegue a la falda de la subida del 35 al trote más o menos y aproveche para
andar y andar hasta la cima bajando la presión sobre el pie y aprovechando para
descansar algo.... si es que se puede llamar descansar (ver plano del 32 al 36
con el desnivel). Hasta ahí, mi nivel de pulsaciones medio era de 150, di las
máximas a 183 y hasta ese momento había estado entre las 150 y 165 ppm mas o
menos según tramos cuando las iba controlando.
Con el pie con dolor y
mentalizado en andar, seguí y seguí y empecé a notar pliegues en el calcetín
del pie izquierdo bajo el dedo gordo. Me pare, me descalce y vi que el pliegue
no era del calcetín, era de mi propio pie y era una ampolla que se estaba
incubando entre el dedo y el metatarso. Buff, otro contratiempo. No entendía
que me pasara esto porque a mí nunca me salen ampollas. Como había tiempo para
todo, fui pensando que es lo que había cambiado desde la MIM donde no tuve
ampollas para que aquí si aparecieran...Pensé que seguramente mis nuevas
zapatillas de correr, que eran mejores, con mas agarre y amortiguación y mas
impermeables, eran también algo menos transpirables... Eso había hecho que me
sudara el pie y esa humedad con el roce había formado la ampolla. Pensé en
cambiarme de calcetines (llevaba otros de recambio) pero no lo hice por miedo a
enfriarme ya que atravesaba una zona donde no daba el sol y con mucho frío y pensé
que lo mejor era seguir para no enfriarme.... Seguí y pensé en cambiarme en el
40 así que sufrí para llegar allí y pensar de nuevo que hacer. No quería
pararme y enfriarme, eso era una obsesión...Después de una bajada molesta
llegue al 40. Era la zona donde se juntaba la carrera que tenia mas o menos
forma de 8 y donde coincidían el km 40 y mas o menos el 70. Mucha gente se
retiraba allí, otros charlaban tranquilamente y había que decidir si seguir o
no. También me cruzaba con gente que iba dirección meta y que llevaban en ese
momento 30 km más que yo. Que envidia. Lo de la gente que se retiraba allí no
iba a ser mi caso. Lo tenía claro. Para adelante. Al pasar por la zona de desvío
para seguir a la ultratrail la gente empezó a aplaudirme y a llamarme valiente.
Era un arco que separaba los que seguíamos hacia la larga y los que no. Y de
alguna manera los aplausos y el orgullo propio de seguir formaban un coctel que
ayudaba a que todo doliera un poco menos. Era el poder de mi mente que me catapultaba a dar un
paso y otro más cada vez. Llevaba ya 6 h y 50 minutos en carrera y estaba en el
km 40 solamente. El día iba a ser duro como ya preveía.
Al haberme acostumbrado
al dolor de la ampolla y no cambiarme los calcetines para no enfriarme, el
siguiente destino donde hacerlo era Can Coll en el km 51 donde tenia pensado incluso ponerme tiritas en las
ampollas que también llevaba en la mochila por si acaso. Además estaría Sonia (mi
mujer) con los niños y seria un momento bueno para seguir cogiendo moral,
reponer fuerzas y si era posible (que lo iba a ser por narices porque había
decidido llegar o llegar) acometer el ultimo tramo de la prueba en la zona que yo
mejor conocía al ser mi zona de entreno habitual cuando salgo... mas o menos
desde el km 50 al 68.
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