Costa brava, Roses, Cadaqués,
correr desde la ciudad a la montaña y a la playa, que más puedes pedir? Mi idea
inicial era poder hacer la distancia maratón, pero no llegué a tiempo para la
inscripción y me registré en la versión trail. 23Km de puro trail con unas
expectativas de vistas y recorrido espectaculares. A pesar que no podía hacer
la distancia larga me lo plantee como uno de los retos del año, pasaría menos
tiempo en la montaña pero lo disfrutaría igual.
Planteamiento diferente a
cualquier otra carrera antes. Esta vez fue un planteamiento global que abarcaba
todo el fin de semana. Viaje directo desde BCN a Cadaqués para degustar la
comida en un restaurante que teníamos ganas de ir. Aprovechamos para hacer
turismo por el pueblo, a pesar del frio y de la lluvia, comimos muy a gusto y
paseamos hasta Port Lligat para ver la casa de Dalí, que por cierto estaba
cerrada.
Hecho el turismo, fuimos a
Roses a recoger el dorsal y allí ya me encontré con mi amigo Sergio y su
familia. Era su primera carrera de más de 20Km y estaba un poco asustado pero sabía
que lo iba a hacer bien porque ya hemos salido muchas veces juntos. Llegamos al
pabellón, un acierto hacerlo dentro porque hacía mucho viento, para recoger la
bolsa del corredor, el dorsal, etc. Una mini feria del corredor muy pequeña
pero con lo básico para una carrera. Eso sí, se agradecía la música en directo.
Tras recoger todo fuimos a
registrarnos al hotel y a buscar un sitio donde comer hidratos para estar
preparados para el dia siguiente. Ya empezamos a notar un viento fuerte…
miramos la previsión del tiempo y vimos que las rachas subían a 80Km/h, cosa
muy respetable y con la cual tomar precauciones. Tras intentar descansar en el
hotel, sonó el despertador a las 6:30am. Intenté no despertar a mi mujer y me
fui a vestir, desayunar, poner crema solar, etc… son muchas las precauciones y
el ritual que hay que hacer antes de salir a correr, aun mas cuando estas a
200Km de casa. Última revisión de la previsión meteorológica, esta vez las
rachas eran de 120Km/h… íbamos a sufrir bastante y más en las cimas. Imprescindible
tapar los oídos para no volvernos locos con el viento y más crema solar para
evitar quemarnos con el sol.
Ya son casi las 8:00am,
estamos nerviosos y salimos a calentar un poco porque tenemos mucha subida nada
más empezar. No vamos a tener buenas sensaciones si salimos fríos y eso nos
puede penalizar. Tras un ‘petardazo’ salimos juntos, contentos, expectantes y
corriendo por las calles de Roses con apenas unos pocos vecinos despiertos.
Subir y subir, hasta el Km6 nos toca esto. Vale la pena de vez en cuando darse
la vuelta y ver el paisaje que vamos dejando atrás. Uno de los atractivos de
esta carrera es precisamente ese, el paisaje.
Tras llegar a la primera
cima, el Puig de l’Aliga, vemos que la mini bajada hasta Can Causa va a ser a
tope! Después de subir tanto nos tomamos la bajada como un premio y adelantamos
a mucha gente que bajaba con más precaución. Volvemos a subir, no hay casi vegetación
y llegamos al avituallamiento. Una breve parada, un gel , agua y seguimos para
coronar el Puig Alt. A partir de ahí tenemos una bajada tendida de unos 5km’s
que hacemos a buen ritmo, disfrutando mucho y sin dejar de ver el espectacular
paisaje. Pocas veces puedes disfrutar de una ruta que te lleva a picos y de
repente te ves en la playa, es raro y muy bonito.
Sabéis lo obvio, no? Desde una
playa solo puedes salir subiendo…. Y esto nos va a pasar 4 veces. Vamos recorriendo
los senderos por los acantilados, justo al borde, y podemos ver el agua clara
mientras nos acercamos a otra playa. Correr por arena blanda cuando llevas ya
unos km’s no es sencillo, pero es reconfortante. Otro avituallamiento más,
sales, geles, fruta, agua y seguimos adelante. Esta vez nos toca la última
subida. En el km17 nos encontramos con 3km’s donde ganaremos más de 300m+ de
desnivel. Las fuerzas ya son justas, el calor aprieta y vamos ganando metros
como podemos. Aquí reconozco que iba justo de fuerzas, quizás la alegre bajada había
pasado factura pero eso no nos iba a detener.
Al llegar arriba sorpresa,
cuando ya crees que solo te queda bajar te encuentras con aquellos 120Km/h de
viento frontal que no te deja avanzar. Las vacas que moraban allí no parecían inmutarse
pero a nosotros nos llevaba casi volando. Estoy convencido que con un traje de
salto base nos hubiera plantado en el mar en cuestión de 1 minuto. Andamos poco
a poco, luchando contra el viento hasta llegar a la bajada, solo 3Km’s más y estaríamos
en meta. El camino de bajada no era fácil, o íbamos cansados también puede ser.
Llegamos a la zona final, a Sergio lo salió a buscar su familia a falta de
300m, a mí me esperaba la mía en la misma meta. Siempre que llegas a meta
tienes una sensación muy buena, trabajo cumplido, esfuerzo realizado,
recompensa…
Una gran carrera, un
recorrido espectacular sin duda. 3:30h de disfrutar, luchar contra el viento y la
calor, el año que viene espero volver, me he quedado con ganas de mas Km’s…