domingo, 22 de noviembre de 2015

Analisis póstumo Salomon S-LAB XT6

En esta entrada quería hacer algo diferente, algo que no he visto en las web’s de análisis de zapatillas de running. Quería enseñar cómo quedan las zapatillas no después de 400km’s sino al final de su vida útil, cuando ya no vamos a correr más con ellas. Pienso que es importante saber cuánto nos van a durar y cómo van a llegar al final de su vida. No os voy a agobiar con datos técnicos, cm, gramos, etc. eso lo dejo a los profesionales, yo soy un simple aficionado y os quiero contar mi experiencia. En este caso vamos a hablar de las SALOMON S-LAB XT6 normales, unas zapatillas de gama alta de la marca francesa.



Adquirí estas zapatillas en Abril del 2014 y con ellas he recorrido 827Km con unos 60.000m de desnivel acumulado en total. Yo siempre combino las zapatillas de montaña con otras más ‘todoterreno’ para no desgastarlas tanto. En el 2014 fueron las ASICS FUJI TRABUCO 2 y en el 15 están siendo las ADIDAS RIOT 6. 

Comento esto porque pienso que el paso del tiempo también influye en el estado de las mismas, las bacterias hacen estragos… Yo, para que tengáis más datos, soy un corredor neutro, de unos 70Kg y que principalmente hace terrenos duros, no suelo correr en terrenos con barro o hierba.

EXPERIENCIA: Tras rodar con ellas todos esos Km’s os quiero comentar la experiencia que he tenido y como se han comportado. Para empezar las SALOMON en general no son aptas para todos los corredores, tienes que tener el pie un poco estrecho y el puente tiene que coincidir con su horma. En caso contrario os las pondréis y las notareis incomodas. Si las notáis bien, comentaros que no son zapatillas de asfalto con tacos en la suela. Son unas zapatillas de montaña desde principio a fin, lo cual se agradece porque es para lo que las hemos comprado. Otros modelos tipo TRABUCO o RIOT son más cómodas para terrenos mixtos y la transición de asfalto a montaña ligera es más dulce.

Desde el dia 1 notas en ellas una sensación de seguridad impresionante. No son las zapatillas más amortiguadas pero suficiente para meterlas por cualquier sitio o distancia. He hecho carreras de 63Km’s con ellas y el terreno era muy duro, se han portado perfectamente protegiéndome el pie. Otro dato es que en terrenos secos, donde pones el pie ‘se queda’, no patina nunca por lo que puedes estar tranquilo de resbalones, ni mientras subes ni mientras bajas.

Tienen el sistema de atado Quicklace, las zapatillas te quedan ajustadas y nunca se me han aflojado, nunca. Este último punto es importante porque las zapatillas de montaña tienen que ir ajustadas bien al pie, sino los tobillos sufrirán más de la cuenta porque es probable que se tuerzan. En resumen son unas zapatillas muy buenas en cualquier terreno, seguras y con agarre.

ESTADO: Como he comentado, con 827km he decidido jubilaras, últimamente cuando salía con ellas me hacían una llaga a la altura del Aquiles y tras hacer 20km me empezaban los dolores de metatarso. El problema de las llagas no era importante porque me ponía un apósito en la zona y solucionado. El problema del dolor en el pie era diferente. Llegué a la conclusión que era por culpa de la amortiguación, que llegaba a su fin… empecé a mirar sustitutas pero teniendo en cuenta las bondades de estas XT6 porque una vez que las pruebas es difícil salir de ellas.


SUELA: Podéis ver la diferencia entre unas zapatillas totalmente nuevas con el estado de las gastadas. La zona centro del pie está totalmente gastadas, los tacos aún tienen algún milímetro pero al tacto son débiles, se nota que no aguantaran grandes agarres. En la zona del talón el dibujo de los tacos ha desaparecido prácticamente. Esta zona es muy importante en las bajadas porque será el primer apoyo que tengamos bajando (si no tienes una técnica muy buena) por lo que no tener dibujo aquí conlleva algún que otro resbalón, me ha pasado en las últimas salidas.





CHASIS: ACS, Agile chassis system de SALOMON. Una carcasa de plástico que dota a la zapatilla de la estabilidad extraordinaria que impide que el tobillo se tuerza con facilidad. Es más, al poner mal el pie, ella siempre tiende a colocarlo en el sitio de manera automática por lo que os permitirá bastantes fallos en la pisada. Eso sí, no son infalibles así que ojo.
Como podéis ver, el chassis ha perdido alguno de sus laterales. Eso hace que sea más débil y que el aguante sea menor, ya no resistirá la torsión tanto como antes hacía.



UPPER: como podéis ver, han roto por donde doblan. La tela no ha resistido la torsión y al final con el tiempo se han creado agujeros. Básicamente el problema es estético más que nada porque a nivel funcional no afecta. La puntera, a pesar de ser de ‘plástico fino’ ha permanecido casi intacta a pesar que ha sufrido rocas, raíces, etc. tampoco el logo de la marca se ha despegado por lo que no hemos tenido que hacer el apaño de pegarlo como en otras zapatillas.




PLANTILLAS: de la marca Ortholite, se han mantenido intactas desde el primer dia. No se observan cambios en ellas ni tampoco se han compactado.


Pues aquí concluye el pequeño análisis de las XT6 de Salomón, así podéis ver que pinta tendrán las zapatillas al fin de su vida útil. Comentar que este modelo está ya siendo reemplazado por otro más nuevo, las Salomón S-LAB Wings. A mi particularmente me gustan más el modelo antiguo y es por el chasis, las nuevas no lo tienen y pienso que es importante para la estabilidad del pie. Yo de hecho he reemplazado las XT6 por las Wings Pro, un reemplazo natural y con 0% de tiempo de adaptación, poner y correr… un poco más de peso pero mismas sensaciones.