viernes, 15 de noviembre de 2013

Crónica Punktrail Manresa

Y ha caído en el saco mi primera Punktrail. El pasado domingo 10 de Nov fui con mi amigo Mikel a correr nuestra primera carrera Punk. Habían 2 recorridos, uno corto de 14Km’s y el largo de 22Km’s, nosotros hicimos el largo, con más de 1.000m de desnivel positivo. La cita era a las 9.00 de la mañana y el día acompañaba para salir a correr, poco frío y sol radiante.



En qué consisten este tipo de carreras os preguntareis? Seguro que ya habéis oído hablar de ellas pero por si acaso os hago un resumen para que sepáis de lo que estamos hablando. Se trata de una típica carrera por la montaña pero con un carisma especial. Para empezar es gratis, tiene un fin solidario muy importante, recoge comida para los necesitados y la dona al banco de alimentos de la ciudad que los organizadores elijan. Y cómo se financia? Pues a base de donaciones de los comercios locales, que ponen dinero y también ofrecen sus productos para que en un posterior sorteo (previo pago de 1€) se repartan. Por otro lado, normalmente los organizadores hacen un tubular, gorra o similar con su logo que venden a un módico precio. Por último decir que las Punk no son competitivas, no hay dorsal ni chip, ni marcador del tiempo. Se corre por el placer de correr y el mismo premio tiene el primero como el último en llegar. Con todo esto y por muy poco dinero puedes disfrutar de una carrera con todas las de la ley. Hay avituallamientos, asistencias médicas, señalización, corte de carreteras si es necesario, etc. Vamos que no vas a encontrar a faltar nada de nada.


Otra de sus características es lo que en esta en particular llamaban el tercer tiempo, al finalizar la carrera se montó una butifarrada con cerveza y demás vivieres. Además tenían un DJ que amenizaba con música mientras se hacia el sorteo. El cachondeo está asegurado, no es tan rígido como una carrera normal. También tengo que indicar algo que me han dicho que cumplen todas las Punktrail, no son precisamente carreras fáciles, suelen ser bastante duras. Está en concreto concentraba casi todo el desnivel en poco más de 7Km’s, por lo que esos Km’s fueron durísimos. Nos dejaron medio muertos, lo justo para ir arrastrándonos hasta el final de la carrera.

Entramos ya en materia…salimos a las 9.30 de la mañana, estaba previsto que fuera antes pero vino mucha gente y el checking se retrasó un poco más de la cuenta. Salimos como en la Nascar con una salida neutralizada. Teníamos que desplazarnos apenas 2Km’s para llegar a la salida real y había por en medio una carretera poco transitada pero abierta al tráfico. Los organizadores nos llevaron, junto con la policía, a todos juntos hasta la salida. De ese modo se reducía el riesgo que a alguien le pasara algo. Una vez allí se dio la salida desde en medio del bosque.

Al principio tuvimos un atasco de gente porque pasamos de un camino ancho a un sendero y buscamos un camino alternativo para sortearlo, trepamos hasta la via del tren y seguimos adelante con el resto. Apenas nos desviamos 200m pero pudimos evitar el atasco monumental que se formó. A partir de ahí senderos y caminos, subiendo y bajando pero todo el rato corriendo, disfrutábamos de lo lindo. Los paisajes y el entorno eran increíbles, muy divertidos. El problema vino sobre el Km7-8 que fue cuando encaramos la primera subida importante. Correr imposible, andar de locos, trepar fue la única solución. Las rocas que teníamos delante nos llegaban en algunos casos por encima de la cintura y estaba muy, pero muy cuesta arriba. Fuimos subiendo y a medida que llegábamos arriba íbamos escuchando el cachondeo del punto de avituallamiento asi que eso nos motivaba. La sorpresa vino al llegar casi arriba donde nos dijeron que los de la carrera larga teníamos que bajar de nuevo por otro sendero. Buff, vaya palo porque pensábamos que ya estábamos allí. Bajamos saltando, porque la bajada era como la subida o peor, y llegamos de nuevo a otra subida del mismo estilo. Otra vez para arriba, las piernas quemaban, faltaba la respiración, todo el mundo iba al límite. Cuando llegamos arriba de nuevo para abajo, pero esta vez fue un poco más corto (saltando igualmente) y al llegar abajo de nuevo para arriba, pero esta tercera vez el camino era mejor. Esta tercera vez al llegar arriba si que llegamos al avituallamiento.



El avituallamiento. Ya os he comentado que son muy cachondos en este tipo de carreras, o eso me han contado. Este era el segundo avituallamiento, pero el primero lo pasamos sin pararnos porque íbamos frescos. La sorpresa fue llegar y ver que habían montado 2 camas enormes y habían 4 o 5 personas disfrazadas con trajes de sado-maso, o eso creo, liándola con los corredores. Era un espectáculo, no podías parar de reír a pesar que llegabas reventado y medio muerto. Para rematar la faena, de fondo se escuchaba una peli porno (solo audio) así que el cachondeo era máximo. Nos entretuvimos un rato viendo el espectáculo yo bebí cocacola ¡a saco! Y comí algunas galletas, me tome el ultimo gel que tenía y vuelva a hacer el cabra bajando. No quiero decir que era peligroso, pero tenías que ir con mucho cuidado bajando.


Llegamos a la parte final de la carrera, aproximadamente 6Km’s en los cuales ibas llaneando por caminos fáciles. Serian fáciles si salieras de 0 pero viniendo de donde venias era un martirio. Apenas podía correr porque estaba exhausto y si andaba me cogían rampas en los cuádriceps y gemelos. Así que íbamos alternando trotar un poco con andar. Como cachondeo final, a unos 5 Km’s de la meta, los organizadores pusieron un plato con olivas negras del palo “haced el aperitivo” que estáis de costillada… jaja. Que cachondos  que son. Al final llegamos en 3h:28min aprox. Nos fuimos a cambiar de ropa para no coger frio y porque estábamos sucios hasta arriba y yo me quedé al sorteo del material deportivo y demás que los comercios locales habían regalado.


En resumen: un día muy duro pero muy divertido a la vez. Sin duda repetiría de nuevo en otra Punk, pero creo que esta vez intentaría ir mas entrenado porque fáciles no son. Pensaba que con zapatillas de asfalto se podría hacer bien y menos mal que al final me llevé las de montaña, imprescindibles.